Capítulo 6 -Summer Love (Zayn)

CAPÍTULO 6

Cuando Zayn se dio cuenta de que habíais llegado te tapó los ojos. Entre el tranvía y la caminata ya eran las siete y media de la tarde y el sol amenazaba con esconderse bajo el mar, así que tenías miedo de a dónde te podía haber traído. Intentaste andar unos pasos pero vuestros pies se iban chocando lo que provocaba una adorable risa en él.

-Zayn, para, no podemos seguir así, no sabemos andar juntos.- Decías entre risas.

-Bueno pues deberemos aprender, juntos, ¿no princesa?

Y así suavemente te fue destapando los ojos hasta que viste el lugar "secreto" de Zayn.

(imaginaos la barca sin el barquero que hay)

Apenas podías vocalizar palabra. Entre los nervios que tenías por estar con él, el tan bonito lugar y la sensación de que su brazo te rodeara y su sonrisa te mirara no tenías la fuerza suficiente para decir algo. Él te ayudó.

-¿Entonces te gusta, eh?

-Madre mía Zayn que si me gusta. ¡Es precioso! 

-Sabía que te gustaría.- Tú seguías observando el lugar.- ¿Bueno tú y yo teníamos que practicar algo de andar no?

-Jaja si.- Te giraste para verle la cara. Sus ojos marrones te hipnotizaban, estabais pecho contra pecho, podías notar sus latidos, iban casi tan rápidos como los tuyos. Sus manos rodeaban tu cintura, tú pusiste las tuyas alrededor de su cuello. Y, para que engañarnos, su sonrisa a 10 centímetros de la tuya era mucho más bonita. Él te miraba con dulzura, a juego con su mirada.- Gracias por traerme aquí, me encanta.

-Gracias a ti por pararte en aquella playa. Gracias por esto.

-¿Por qu...- Te calló con un beso.

¿La sensación de flotar? Esa sensación invadía ahora mismo todo tu cuerpo. Tus labios se deshacían en los suyos. Sus manos acariciaban tu espalda. Tú sumergiste tus manos en su pelo, mientras le devolvías el beso. Mientras tanto el sonido de las olas se colaba en esa cueva. Te separaste de él, aunque no querías volver a soltarte de sus labios, pero necesitabas asegurarte.

-No, espera Zayn, no puedo.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿He hecho algo mal?

-No, que va, tú haces todo perfecto, el problema soy yo.- Agachaste la cabeza y ordenaste las palabras adecuadas.- ¿Recuerdas la última vez que nos vimos? Te iba a decir de que tenía miedo..- Asintió- Pues veras tengo miedo a enamorarme. Porque soy de las que me enamoro rápido y de las que los chicos quieren un día nada más y siempre acabo mal y creo que contigo me va a pasar como con los demás.

-Es decir... ¿estás enamorada de mi?

-Tal vez...- Te giraste, mirando hacia el mar y te sentaste en la arena. Abrazaste tus piernas, de modo que estas estaban pegadas a tu pecho y escondiste tu cabeza entre tus brazos.- Siento haberlo fastidiado. Debería haberlo dicho antes, siento habertelo jo*dido todo Zayn.- Tu voz sonaba hueca, decepcionada.

De pronto sentiste dos fuertes brazos que te abrazaban a ti. Sentiste unos labios en tu oído y escuchaste un susurro.

-No lo has jodido todo pequeña, lo has mejorado.- Y te besa el cuello.

-No lo entiendes Zayn- Dices sacando la cabeza de tus brazos y girándote para mirarle a la cara.- No quiero sufrir, ni quiero que te sientas obligado a...

-¿Amar? No es obligación, te vi y bueno... surgió.

-No quería decir... espera, ¿QUÉ?

-Bueno no eres la única que te puedes enamorar, no me mires así.- Puso una mueca de indignación lo que provocó una risa en ti.- Ves, te ríes así y ¿quién no se enamora?

-Osea, ¿estás enamorado de mi?

Sus suaves manos envuelven tu cara y sus labios besan los tuyos. En ti una mezcla de sensaciones explotan generándote una adrenalina y unas ganas de tenerlo entre tus labios hasta el fin de la eternidad.

-¿Te sirve de respuesta pequeña?- Sonríe y tú le vuelves a besar mientras sonríes.

Sus manos acarician tu cintura, las tuyas se enredan en su espalda y vuestros labios juegan salvajes, y mientras tanto el sol va dando lugar a esto...

Pasado un rato Zayn se levanta de la arena y te tiende la mano.
-¿Una ayudita cielo?
-Sí.- Respondes sonriente.
Una vez que estáis los dos de pie te pone de espaldas, se apega a tu cuerpo haciendo que notes su respiración en tu cuello. Te hace cosquillas, pero no le dices nada ya que te gusta esa sensación. Coge con cada mano una de las tuyas y te susurra.
-Vamos a aprender a andar, ¿vale?
-Nos vamos a matar Zayn.
-Vamos no será tan difícil. Vamos, da un paso con la derecha- lo haces y él tras de ti sin soltarte- bien, ahora con la izquierda, perfecto.
Seguís andando un trozo de playa, hasta que tiene una de sus ideas.
-Vamos a correr.
-¿A correr? ¿Y eso?
-Pero juntos.- Te sonríe.
-¿Tanto me quieres que no puedes hacer nada sin mi? Jajajaja- Ríes y él contigo.
-Vaya que nos ha salido la _______ bromista.
-Sí.- Le sacas la lengua.
-Mira si lo hacemos te doy mi segunda sorpresa, si no te quedas sin ella.- Te guiña el ojo.
-¡Uy! Que chantajista. Jaja está bien.
-Vale, ven aquí.- Primero te abraza por detrás.
-Zayn, ¿has dicho correr o abrazar? Jajaja.
-Ya voy pequeña impaciente.
-Anda claro, me chantajeas con sorpresas...
Os colocáis como antes.
-A la de tres empiezas a correr. Es como hemos andado antes pero más rápido.
-Sí Zayn, tengo claro el concepto de correr.- Te muerde un brazo.- ¡Ay!
-Por listilla. A la de una, a la de dos y a la de... tres.
En cuanto pronuncia el número tres comienzas a correr pero a apenas dos metros vuestros pies se enganchan y caes ambos al suelo juntos. Caéis de lado pero sin parar de reíros. Te giras y le miras la cara que tiene llena de arena. 
-Madre mía Zayn has dejado sin arena la playa.
-Eso de ser tan graciosilla va a tener sus consecuencias ¿eh?
-¿A sí? ¿Cuáles?- Dices chulita.
Empieza a hacerte cosquillas mientras te retuerces por el suelo a carcajada limpia. No puedes más, te parece como una tortura.
-Ya... Jaja Zayn... ya... jaja...me callo... lo siento... jaja ay... jajaja paro ¡para!- Sus cosquillas cesan.
-¡Uy! _____ has dejado sin arena la playa.- Dice imitando tu voz. Ríes y consigues sentarte en la playa, él hace lo mismo. Le empiezas a quitar toda la arena de la cara. Él te imita.
-¿Ya no me queda arena en la cara Zayn?
-A ver.. espera, tienes aquí.
-¿Dónde?
-Espera que te la quito.- Te besa.

FIN DEL SEXTO CAPÍTULO