domingo, 30 de junio de 2013

Capítulo 12 -DTD

CAPÍTULO 12


Me suelta pero yo sigo temblando. Todos están atendiendo al niño inconsciente, llamando a la ambulancia, de pronto escucho unos gritos llamando mi nombre y unos pasos que corren hacia donde yo estoy.
-¡¡CHLOE!!- Viene corriendo, toda su melena rubia se mueve al son del viento, en su cara está reflejado el miedo y el nerviosismo propio de Andy en situaciones de estas características.
Se lanza a mis brazos y retoma el abrazo que habíamos acabado Louis y yo antes. Ella también tiembla, no tanto como yo está claro. Conocía a mi padre y había convivido conmigo y con él y es de las pocas que sabe la verdadera relación que teníamos, por eso está así.
-Vamos a una zona más tranquila chicas.- Louis me agarra de la cintura y tira de mí hacia la entrada del parque.
-¡No! Quiero quedarme con el niño.- Andy me empuja por los hombros hacia dónde me lleva Louis, no entienden que a ese niño lo ha atropellado mi padre. Debo estar ahí y ayudarle, es lo mínimo que puedo hacer.
-No te preocupes por el niño, hay más gente ahí para ayudarle, tú ahora no harías mucho.
En eso Andy tiene razón, si estoy allí sería para hacer un poco de bulto, porque no puedo parar de pensar en todo lo que ha pasado. Además creo tener un problema, porque todas las situaciones importantes se me pasan sumamente rápidas, tardo en analizarlas y asimilarlas, y hasta que lo hago estoy en un estado de shock que no me gusta nada.
Andamos hacia dónde Louis nos lleva, voy dada la mano de Andy con la mirada en el suelo. De repente nos para, estamos en una parte del inmenso bosque, nos sentamos bajo la sombra de un árbol, apoyo mi espalda en el tronco con las piernas en mi pecho y la cara escondida en mis manos.
-Estoy sola.- Murmuro rompiendo el hielo.
Hace cinco años sentí esto, lo que invade todo mi pecho en estos momentos y me provoca unas increíbles ganas de llorar y gritar de rabia, la soledad. Mi madre y yo siempre estuvimos muy unidas, nos queríamos mucho y nunca me imaginaba como sería vivir sin ella, no tenía intención de planteármelo cuando toda mi vida era rosa, propia de una niña de mi edad, cuando siempre estaba jugando y sonriendo, yendo a excursiones familiares, cuando en mi casa no había silencios, vacíos, y oscuridad, era imposible que lo pensara, no había razón para hacerlo. Fue cuando mi madre entró en el hospital cuando empecé a sentirme algo sola, mi padre siempre estaba con ella en el hospital y yo me quedaba sola, se amaban mucho, eran una pareja envidiable, y él era un padre de fábula, gracioso decirlo ahora. Verla con cáncer con aquella edad era duro, yo no creía que no pudiera bajar conmigo al parque o bailar juntas con las canciones de la radio en el salón, era mi madre, ¿cómo no podía hacerlo? Al pasar dos meses, y tres quimioterapias fui dándome cuenta de que las cosas estaban cambiando, pero solo se veía la punta del iceberg. Que inocente era. Bueno, ¿quién no lo sería en mi situación? 
Al morir ella no quería asimilarlo, no quería levantarme por las mañanas y saber que ya no me daría los buenos días, de acostarme por las noches sin que me deseara buenas noches y me besara la frente. No quería afrontar su muerte. Mi padre me ayudó en este aspecto, creo que fue lo último que hizo por mí. 
Él me abandonó desde el primer día sin mi madre, tantos días sola primero dieron que hablar a los vecinos, se quejaban de que la niña de sonrisa eterna no cesara sus llantos en toda la noche, que quemará todas las comidas y por eso no probará bocado en todo el día, todo esto a mí me sirvió para darme de bruces con la realidad. Era como un muro que intenté atravesar hasta que me di contra él y vi que era más duro que yo. Me superaba, por eso lloraba, porque toda la situación me quedaba grande y no tenía a nadie conmigo que me ayudara a afrontarla. Todos mis "amigos" eran de papel, y con un huracán salieron volando de mi vida. Pero dos eran de piedra, y se quedaron conmigo.
Levanto la mirada un segundo, estamos haciendo un corro. 
A día de hoy siguen junto a mí.
-No estás sola, ¿me oyes?- Me agarra la barbilla y me obliga a mirarle a los ojos. No puede ponerme mis puntos débiles ahora, no quiero. Cierro los ojos, con lo que yo no contaba es que a cambio saliera una lágrima.- Mi familia es tu familia, Andy es tu hermana y yo... seguiré siendo tu novio.
-Sabes que en mi casa siempre eres bienvenida, y que mi familia es la tuya.- Apoya Andy.
-Pero, aunque tenga a vuestras familias acabo de perder el pequeño trocito que me quedaba de la mía.
-Chloe, ¡era tu padre! ¿Tengo que contarte todo tu pasado, todo lo que te hizo?- Me dice Andy indignada por lo que he dicho, no me entiende.- No puedes estar así, se ha ido tu mayor problema.
-Andy, me hiciera todo lo que me hiciera es mi padre, siempre lo será, y le quiero. Por eso me duele tanto que me haga estas cosas, sino desde el primer día que me abandonó sería feliz sin él, no me preocuparía de nada solo de mí, pero le quiero y que me trate así, tu propio padre, es la peor sensación del mundo. Nunca me comprenderéis, ni tú ni Louis, ni quiero que lo hagáis nunca, solo que me apoyéis.
-Lo siento mucho hermanita, pero no puedo apoyarte a echar de menos a un psicópata y criminal como es tu padre.
-¡ANDY SE ACABÓ!- Elevo la voz demasiado, es eso o romper a llorar. No quiero que vean lo débil que soy en estos momentos.- ¿No me escuchas? Es mi padre. Le quiero. ¿Qué parte no entiendes?
-¿Qué parte no entiendes tú? ¡Te pegó! ¡Te abandonó con 12 años! ¡DOCE! ¿Y aún así le quieres? No me lo explico, yo odiaría a mi padre.
-Ya, pero si estás cinco años conviviendo sola, afrontando una enfermedad que me ha desordenado la vida de pies a cabeza, echas de menos a esas personas con las que convivías y las que un día te demostraron su amor. Así que debajo de las miles de capas de rencor, miedo y lágrimas que cubren a mi padre, ahí debajo hay un sentimiento que aunque es pequeño se hace notar. No voy a esperar que lo entiendas, sé que nunca lo harás.- La miro, mi vista se empieza a nublar, voy a llorar. Joder, no quiero llorar.- No espero que me entendáis ninguno de los dos. Solo esperaba algo de apoyo.
Me levanto con la mala suerte de que me raspo la espalda con toda la corteza del árbol, salgo del corro y me voy del parque. No no me voy del parque. Me voy a perderme entre todos los árboles, a buscar a esos padres que he perdido, a buscar esos recuerdos que están aquí guardados bajo el césped viejo y las hojas rotas.
Ninguno de los dos viene y me frena, nada ni un movimiento. Nada me impide tener un momento para mí, para la princesita rosa de 9 años que jugaba en este parque a ser la mejor del reino.

Fin del capítulo

_______________________________________________
Hi!
Bueno este ha sido un capítulo algo emotivo, bastante sincero. Es complicado actuar en esta situación ¿vosotros como haríais? ¿Os enfadaríais, estaríais tristes o contentos de estar solos al final?
Contadmelo!
Nos leemos en el siguiente cap!!!


Capítulo 11 -DTD

CAPÍTULO 11

Después de haber terminado nuestras tonterías bajamos a la calle, aunque estemos en septiembre parece un día de primavera. Me lleva cogida de la cintura y no borra en ningún momento su sonrisa. Andamos por el barrio, me apetecía mucho respirar aire fresco, que el viento me diera en la cara, que los rayos de sol acariciaran mi piel, disfrutar de todo un poco.
-Mañana tengo que ir al fisioterapeuta, tengo que hacer lo de los ejercicios para el pie.- Le empiezo a contar.
-Yo voy contigo.
-Es a las diez.
-Vale.- Y me besa la mejilla.- ¿Sigues teniendo miedo de como reaccione tu pie?
-Sí bastante, porque cuando pienso en que se va a mover, en que puedo lograr volver a bailar después pienso que son falsas esperanzas, que me quedaré así siempre y me deprimo.- Me rodea con su brazo derecho y me estrecha contra su cuerpo.
-No te preocupes, tú solo déjate llevar, como el otro día, tu pie hará el resto.
-¿Pero y si no lo hace?
-Lo hará.- No puedo creer que tenga tanta confianza, a mí me escasea.- Ven, ahora no quiero que pienses en nada, solo en mí- Me río mientras él me saca la lengua- fuera de bromas, quiero que desconectes un poco. Sígueme.- Me agarra la mano, muy fuerte, y vamos a dónde yo creo que es el parque del barrio.
"City Park" es el mayor parque de Doncaster, es asombrosamente grande, nunca he llegado a recorrerlo entero. Venía con mi familia y con la de Louis de pequeños y jugábamos a perdernos entre la gran masa de árboles. De noche, da miedo, de día es maravilloso. 
Cruzamos el paso de cebra para llegar a la entrada del parque cuando veo de repente un coche venir en nuestra dirección a máxima velocidad. Las palabras se quedan enganchadas en las cuerdas vocales, solo soy capaz de apretar la mano de Louis muchísimo, cuando se da cuenta me agarra todo el cuerpo y me lleva corriendo a un lado, no puedo reaccionar de la manera que quiero, cuando me doy cuenta estoy tambaleándome en mis pasos, apunto de caer, alguien me sujeta desde atrás, quién va a ser.
El coche para en seco a nuestro lado, en mitad del paso de cebra, se ha llevado a un niño por delante. Cuando me quiero dar cuenta todo el paso de cebra está inundado de gente, rodeándonos a nosotros y a la madre que está llorando en el suelo con su hijo en brazos. Me acerco corriendo a ella soltándome de los brazos de Louis. Me coloco a su lado y examino al niño. Respira. Vuelvo a respirar yo. Ella llora mientras intenta reanimarlo, parece haber perdido el conocimiento. Louis se pone al otro lado de la mujer, ambos la intentamos tranquilizar y ayudar como mejor podemos.
La puerta del coche se abre. Veo unos zapatos negros italianos, perfectamente limpios. Un traje de empresario impecable y una cara poco amigable.
Ahogo un grito con mi mano.
Creo que la que va a perder ahora el conocimiento voy a ser yo. Por el rabillo del ojo veo a Louis, ha dejado de prestar atención al niño, ahora me mira a mí, bueno no solo él, creo que el todo el mundo que está rodeándonos me está observando. Doncaster es una ciudad bastante pequeña, casi todos nos conocemos, y todos saben que el que ha atropellado al inocente niño ha sido mi padre.
Noto los latidos de mi corazón en el oído, como si quisieran dejarme sorda. Mis dedos tiemblan más que mis piernas que parecen de cristal frágil apunto de destrozarse en diminutos trocitos. 
En su cara no se refleja ningún gesto, ninguna expresión que le acuse de algún sentimiento, está tan serio como de costumbre. Tiene los ojos inyectados en sangre, o ha llorado, cosa que dudo mucho, o no ha pegado ojo en toda la noche. Opto por la segunda opción. Mi padre es bastante alto, mide casi dos metros (por eso no me explico mi tamaño de muñeco de Playmobil) y si encima te mira con esos ojos vestido totalmente de negro, pues impone más de lo habitual.
En el círculo se nota la expectación, entre la mirada de mi padre y la mía, tensión. La señora no suelta en ningún momento a su hijo, y aunque los brazos empiezan a fallarla no deja de mirar en ningún momento a mi padre. De pronto él parece darse cuenta de que ha atropellado a alguien.
Se rompe el silencio.
-La próxima vez mire por dónde va.- Todos nos quedamos asombrados, en especial yo.
-¿Disculpe?- La señora se quita las lágrimas de la cara y se incorpora, Louis se queda con el niño en sus brazos. Ella se empieza a atacar de los nervios.- ¿Cómo tiene la poca vergüenza de ir a esa velocidad por una calle tan tranquila como esta, saltarse todas las señales, los pasos de cebra, atropellar a mi hijo y encima decirme que la próxima vez mire por dónde voy? ¿De qué va?
-Señora no me voy a rebajar a su nivel, a gritar como si vendiera en un puesto ambulante, porque yo tengo más clase.- ¿Recordáis que os dije que mi padre no quería vivir en este barrio porque solo había "gente de clase media" como los califica, y él es mucho mejor que todos los demás? Aquí tenéis la prueba de que no mentía.- Si tiene un hijo al que le gusta correr por los pasos de cebra sin mirar no es mi problema, lo educa mejor y se acabó.
No doy crédito a lo que está diciendo, y se supone que yo soy la que mejor le conozco.
-Pero.. pero.. es que no me creo que diga estas barbaridades y se quede tan ancho.
-Si me disculpa tengo una reunión bastante importante en Londres y no quiero perder mi vuelo.- Bufo. Una de sus famosas reuniones. Él me escucha y me mira, me callo automáticamente, solo le aguanto la mirada intentando intimidarle cuando realmente el efecto es inverso. 
-Usted no se va a ningún sitio, se viene conmigo a comisaria.- Louis se levanta con el niño inconsciente aún en brazos y se pone al lado de la señora, parece dispuesto a ayudarla, yo en cambio sigo de cuclillas a los pies de todos observando todo, no soy capaz de levantarme, sé que no puedo.
-Mire la vuelvo a repetir que es importante, de todas maneras la dejo mi tarjeta con todos mis datos para que pueda ponerme la denuncia.- Saca una tarjeta del bolsillo de su pantalón y se la coloca en el bolsillo de la camisa de la señora. Después dirige su mirada a mí, vuelvo a oír los latidos de mi corazón y vuelvo a notar como tiritan mis piernas.- También tengo algo para ti.
Se acerca al coche y entra. Por un momento creo que va a cerrar la puerta arrancar el motor y pasar con el coche por encima de mí, acabando el trabajo que no pudo finalizar el día de antes. Louis parece pensar lo mismo ya que da un paso hacia mí, pero no avanza más al verle salir del coche sin nada preocupante. Yo también me relajo, aun que sea un segundo, pero lo hago. Se agacha delante de mí y me ofrece unas llaves.
-Me voy de aquí, no quiero más problemas.
-¿Soy un problema para ti verdad?- Suelto de repente. Me mira serio, profundo.
-Al principio fuiste un reto luego te convertiste en uno de mis mayores problemas. Y sé que ya eres lo suficientemente mayor como para vivir sola, sin mí.
-A ti te dio siempre igual si era mayor o no, desde que mamá no está para ti he sido lo suficientemente autoritaria para vivir sin ti.
-Agg, toma y cállate ya. ¿Tienes que darme problemas hasta el último momento?- Me vuelve a ofrecer la mano, lo que hay dentro de ella. Unas llaves, sus llaves. Las de mi casa. Las cojo sin pensarlo dos veces procurando que no me tiemble el pulso. Cuando me percato de que aún tiene en su mano la pincelada de sangre.
*FLASHBACK*
Me paso lentamente los dedos por la mejilla, me sangra un poco. El dedo se impregna de sangre, y como puedo me levanto, le paso el dedo por la mano haciéndole un pequeño tramo de sangre.
-Para que te acuerdes de mí.- Me mira incrédulo y baja por las escaleras dejando la luz encendida.
*FIN DEL FLASHBACK*
Nos volvemos a retar con las miradas y me dedica un intento de sonrisa. Espero que no lo vuelva a hacer. Se levanta y entra dentro del coche. Pita un par de veces y todos se apartan. La señora recupera a su hijo y se hace a un lado, yo sigo inmóvil. Noto unas frías manos elevarme y llevarme a un lado de la calle. El mono volumen negro acelera y sale como un rayo de la calle, fuera de Doncaster, rumbo a una ciudad lejana de mí. Suspiro aliviada, me giro y abrazo a Louis con todas mis fuerzas. Él me sigue y me acaricia la cabeza, yo intento sonreír pero no sé por qué no puedo, quiero llorar pero tampoco. 
-Ya está se ha ido, no habrá más problemas.
Lo que él no sabía es que los problemas acababan de empezar.


Fin del capítulo

______________________________________________
Buenas!
¿Qué tal? ¿Os esperabais esto o una romántica cita en el parque? Jajaja creo que lo segundo. ¿Y qué creéis que pasará a partir de ahora? Comentadme pls.
Siento haber tardado dos días en escribir, espero no tardar mucho en seguir.
Muchos besos, nos leemos en el siguiente cap!!!!

Capítulo 10 -DTD

CAPÍTULO 10

El estómago me empieza a temblar y la piel se me eriza. Aún no he abierto los ojos, pero ya noto unos finos dedos acariciando mis piernas desnudas, subiendo poco a poco, llegando  a mi estómago, acariciando mi parte baja de este, haciéndola temblar.
-Vamos sé que estás despierta.- Sonrío y abro los ojos.- Buenos días princesa.- Y se tumba encima mía.
-Aggg, Louis ya no eres un niño, pesas.- Me froto mejor los ojos, él ya tiene su cara a no más de 5 centímetros de mi boca, me intimida tenerlo tan cerca y a la vez me encanta.
-Entonces puedo hacer cosas de mayores...- Me guiña un ojo, yo solo me río, es tan idiota como aquel niño de cuatro años que jugaba conmigo en la arena del parque. Solo que ahora tiene veintiuno, ha madurado y ese niño solo lo conozco yo. Se acerca a mí y empieza a besarme lentamente, hasta que ambos perdemos el control y nos besamos alocadamente. Su mano empieza a acariciar mi pierna, subiendo lentamente. Acaricia mis ingles, y mis piernas empiezan a temblar. No quiero que siga, pero tampoco le pido que pare.
-Louis cariñ.... Oh, eh, vaya. Lo siento.- Y se escucha el portazo.
Ambos miramos a la puerta antes de que se cierre, Johannah nos ha pillado. Ambos explotamos en carcajadas.
-¿No le habías dicho nada.. de... ya sabes, de nosotros?- Pregunto apartando un mechón de pelo que me tapaba la visión.
-No, ¿he hecho mal?
-No, ayer no estábamos ninguno en condiciones de decírselo. Por cierto, ¿qué hora es?
-Emm...- Se estira y mira el reloj que hay en su mesilla.- Las doce y media, es domingo.
-Jajaja madre mía hemos dormido casi un día entero.
-Ahora tenemos que gastar toda esa energía que hemos ganado durmiendo, ¿no crees?
-¿Y qué hacemos con tu madre pequeñajo?- Le desordeno su pelo y me mira tierno y a la vez sexy, me mata esa mirada y más si está a tres centímetros de mí.
-Prefiero saber que hacer contigo ahora.- Y recuperamos el hilo que antes nos habían cortado.


-Me bajo a desayunar mientras tú te duchas.- Y le beso la mejilla.
-Jo, dúchate conmigo, venga por favor.- Junta las manos en señal de súplica y pestañea a toda velocidad, yo empiezo a reír.
-Jajaja no me pongas mirada de cachorrito, me bajo.
Salgo de la habitación mientras a lo lejos oigo como refunfuña como un niño pequeño, me río. Bajo las escaleras mientras veo a Daisy subirlas, corre hacia mí. La abrazo y la subo a los aires.
-¡Hola Chloe!
-Buenas Daisy, ¿qué tal está mi chiquitina favorita?
-Bien. Mamá me ha dicho que ahora eres novia de Louis, así que tú ahora eres mi tía, ¿no?
-Jajaja, no yo sigo siendo tu hermanita de pega.
-Pero sí sigues siendo mi hermana, y Louis es mi hermano, y estáis saliendo, ¿yo tengo que salir con Lottie?- Me encanta la inocencia de los niños, pero es que la de Daisy es increíble.
-No cariño, tú no salgas con nadie. Ahora vete a jugar.- La beso la frente mientras ella saca a relucir una de sus tiernas sonrisas. 
-¡Vale!- Sonrío. Es tan pequeña, tan inocente... Me encanta estar con ella y con Phoebe, son las gemelas más adorables del mundo, y ambas son igual de inocentes y eso a veces me gusta porque no tienen miedo de soltar todas las verdades que se cuelan en sus pequeñas cabecitas, si vas mal vestida alguien normal no te lo dice por respeto, en cambio ellas al igual que todos los niños pequeños te lo dicen a la cara sin temor, porque no saben que eso  no se cuenta.
Llego a la cocina, al ver a Joannah me sonrojo un poco, después de pillarnos a Louis y a mí así, no quiero estar con ella, me da vergüenza, pero conociéndola se lo tomará con humor, eso espero, no quiero romper la relación de tanto años que tengo con ella por estar con su hijo, además ahora estar aquí es mi único hogar, aunque ese es otro tema.
-Buenos días má (es el ápodo que yo la tengo desde pequeña, cuando la confundí con mi madre y solo la dije má, no tenía más de dos años)
-Buenas tardes casi nuera, jajaja.- Me tapo los ojos con mi mano avergonzada.- Venga tranquila- me pone su mano en mi hombro- me gusta que seas tú la que la asiente le cabeza.
-Bueno no doy buen ejemplo desde lo que me pasó en la fiesta.- Voy hablando con ella mientras me voy haciendo el desayuno, ella está en los fogones haciendo la comida.- No sé si desayunar o esperarme a la comida.
-Espera a la comida, Louis ya te ha dado el desayuno.- La doy un puñetazo amistoso en el hombro mientras ella se ríe, a mí se me escapa la risa también, ha tenido su punto.
-¿Te has levantado graciosa hoy no?
-Jaja anda tonta. Lo que te decía es que me gusta que esté contigo, tengo más confianza contigo que con las otras, además ¿no lo notas? Contigo no se comporta como con las demás.
-Sí claro, má, ya estoy con él no me convezcas de cosas que no son.- No creo en los cuentos de hadas en los que la princesa es diferente para el príncipe que las demás princesas del reino. Yo sé que para Louis soy como una chica más de todas con las que ha estado.
-Que no es mentira, ¿cuándo ha rescatado de su padre a alguien?- Cuando yo me fui a la cama él se bajó a contarle todo a su madre, me alegro, no quería hacerlo yo.- A nadie.
-Pero no te confundas má, ninguna ha tenido a un padre como el que yo tengo. Y aunque lo hubieran tenido, si de verdad le gustaba hubiera hecho lo mismo.
-Esa es la diferencia, que tú si le gustas de verdad.
-¿De qué están hablando mis dos chicas preferidas?- Dirijo mi mirada hacia la puerta, ahí está él, apoyado en el marco de la puerta con su pelo alborotado aún húmedo, cruzado de brazos, con el torso desnudo por el que aún surcan algunas gotas despistadas de agua, sus pantalones cortos vaqueros y sus Vans. 
-De ti cotilla.- Responde su madre.- ¿Por qué no os vais a dar una vuelta hasta que termine la comida? 
Se le dibuja una sonrisa enorme en la cara.
-Nos dejarás o no, lo íbamos a hacer mamá.- Ella y yo nos reímos, me acerco a la puerta. Al pasar por el lado de Louis me acerco a su oído y le susurro.
-Me estás provocando así señorito Tomlinson.- Y subo corriendo a la habitación.
Una vez arriba me siento en la cama para ponerme los zapatos para salir y sonrío, hacía mucho que no sonreía tanto, no se qué me está haciendo este chico, con él siempre estoy feliz pero nunca he sentido cosas así de las cuáles me estoy volviendo adicta.
Me termino de poner los zapatos y me coloco la coleta.
-¿Señorita Tomlinson?- Cierra la puerta lentamente y se acerca a mí a la misma velocidad.- ¿Es usted verdad?- Miro atrás y me encojo los hombros.
-Supongo que sí.- Sonrío. Se sienta en el final de la cama, a mí lado, me siento en su regazo y él se muerde el labio inferior. No lo he pensado, ha sido un acto involuntario, simplemente quería estar más cerca de él. Pone sus manos en mi parte baja de la espalda y me presiona más hacia su pecho, la que se muerde el labio ahora soy yo. 
-Eres la chica más guapa de la habitación.- Sonrío.
-Idiota, soy la única chica en la habitación.- Y se ríe.
Amo que lo haga.


Fin del capítulo
________________________________________________
Helloooo!
Este capítulo tampoco ha sido super interesante, pero lo he recompensado con alguna escena algo hot... jajajajaja
El siguiente será algo más importante. 
Nos vemos en el siguiente cap!

viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 9 -DTD

CAPÍTULO 9
(Dedicado a Anita, mi chica alternativa [Ella me entiende jaja])


El sol hoy da fuerte. Todo el mundo me está mirando, tengo heridas en las palmas de las manos, en las rodillas y en mi mejilla, parezco haber salido con suerte del matadero. Mi cabeza da vueltas al contrario del sentido de la tierra, todo parece moverse. Lo único que me tiene con los pies en la tierra es esa mano que no me suelta, suave aunque sudada, la que me acaricia los dedos de vez en cuando, la que me he hecho escapar del loco de "mi padre". 
-Gracias.- Murmuro de repente, rompiendo el silencio.
Él solo se limita a rodearme con su brazo. Ambos estamos en igualdad de condiciones, de resaca, con dolor de cabeza... pero él ahora mismo, es fuerte, por los dos.
A los diez minutos de caminata nos paramos en una hilera de casas bajas, todas son iguales, marrones y blancas, con dos pisos y jardines propios, aquí vive Louis.
-No, no quiero que me vean así Louis.
-Tranquila, estamos solos, las niñas tienen cumpleaños y mi madre están con ellas.
Abre la puerta y entramos al jardín principal, bien cuidado como de costumbre, su madre es una fanática de la jardinería, siempre está plantando nuevas flores y arbustos.
Cuando entramos en su casa atravesamos el pasillo principal que lleva a las escaleras, vamos a su habitación.
-Hola cariño, ¿ya estás en casa?
-Mierda.- Susurra.
Esa voz tierna y dulce, esa es Johannah madre de Louis. Con que se suponía que estaba de cumple. La voz procede de la cocina, a dos habitaciones de donde estamos. Louis me mira preocupado, sabe que no quiere que su madre me vea así, así que me hace unas señas. La escalera. Que suba.
-Hola mamá, ¿tú no estabas con Phoebe?
-Sí, pero se ha quedado tu padre con ella. ¿Estás solo?- Ella sabía lo de la fiesta y conociendo a Louis sabe que es normal que cuando hay fiestas no duerme en casa y que alguna vez se traiga a algún amigo en mal estado para encubrirlo de sus padres. Johannah es una madre guay. 
-No, he venido con Chloe.
-Hola Johannah.- Mi voz desvelará todo lo que pretendo esconderla. Johannah ha sido siempre mi segunda madre, muchas veces esa que me ha faltado, me conoce demasiado como para saber que no estoy normal.
-Venir a saludarme ¿no? Estoy en la cocina guisando.
Miro a Louis, al pie de las escaleras, y le niego con la cabeza. Él se encoje de hombros y me da la mano, si vamos a estar en la misma casa en algún momento se enterará, bajo los cuatro escalones que he subido y nos acercamos a la cocina. Me abraza y entramos juntos.
Al vernos esa reluciente sonrisa se desvanece y ahoga un grito, intento tranquilizarla pero es en vano.
-¿Louis que has hecho?- Grita. Me acerco a ella y la pongo cada mano en su hombro tapando cualquier otro punto de visión. Me mira asustada.
-Oh no tranquila, no ha sido él, que va.-Giro la cabeza y le sonrío.- Louis "me ha salvado" sabes, es mi héroe.
-Pero cariño, ¿qué te ha pasado? ¿Ha sido en la fiesta? ¿Quién te ha pegado? 
-No ha sido en la fiesta...-Bajo la mirada, cuesta admitir que todo lo que me ha pasado ha sido culpa de "mi padre".
Noto un brazo volviendo a abrazar mis hombros.
-Ella ahora lo que necesita es descansar mamá, luego te lo cuenta.- No la deja ni hablar.- De verdad mamá, no la presiones ahora.
-Ehh... bueno... vale. Sube a la habitación de alguna de las niñas.- Me besa la frente y me acaricia la mejilla.- Te quiero, si me necesitas ya sabes ¿por qué lo sabes no?
-Lo sé.- La dedico una sonrisa dulce, seguramente la relaje.
Louis me saca de la cocina, es mi héroe, no podía contarle todo sin romperme por dentro. No me ha dado tiempo ni a asimilarlo, no sé con exactitud lo que está pasando, lo único que tengo claro es que tengo miedo.
Subimos las escaleras y entramos en la habitación de Louis.
-Lou, dijo que fuera a alguna de las pequeñas.
-Me da igual, mi chica se queda en mis dominios.- Le sonrío levemente, es todo un logro mostrar algo de felicidad por mi parte en estas circunstancias.
Se pone a mi espalda y me empieza a desabrochar el vestido, no quiero que me vea en ropa interior pero no aguanto mucho más con este vestido puesto. Huele a alcohol, mucho, solo olerlo me da horcadas. 
-Me quiero dar una ducha Louis.
-Pues ya sabes.
Él tiene su baño personal en su habitación, por una vez me parece bien. Entro mientras él mira en su armario. Enciendo la ducha, la alcachofa empieza a esparcir gotas limpias de agua, transparente y brillantes, cálidas y suaves.
-Toma ponte esto, sé que te encanta.- Me ofrece la camiseta que lleva en la mano. Es negra con el logotipo de Obey en el centro. Ancha. Me la pongo cuando vengo a dormir a su casa, siempre, y es que me encanta. 
-Gracias.- Me regala una dulce sonrisa. Se acerca a mí y me abraza, rompo a llorar en su pecho, que facilidad tiene para sacarme esa coraza y sacar a relucir mi lado sensible, no sé como lo hace. Me besa la cabeza mientras me acaricia toda la espalda. No tengo pudor por estar en ropa interior bajo sus brazos, antes de novios fuimos "hermanos".
-Estoy contigo ¿vale? No voy a dejar que te vuelvan a hacer daño te lo prometo.
Yo solo le abrazo más fuerte, ojalá no me soltara nunca, no quiero separarme de él.


Cuando salgo de la ducha Louis no está en la habitación, seguramente haya bajado a hablar con su madre, tranquilizarla. Me tumbo en su cama, es como la mía, enorme, su habitación también es enorme. Miro al techo y cierro los ojos, mi cabeza parece relajarse y encontrar un punto fijo, ya no me da vueltas. Solo dejo a mi mente volar, pensar, hasta que piensa demasiado.
>Es mi madre, abrazándome. Me he caído del columpio y me he raspado la rodilla. Sangra mucho y me duele, pero todo parece desaparecer cuando noto su perfume, sus brazos me rodean y sus manos me acarician la nuca. Sus manos siempre fueron de algodón, suaves, finas, uñas perfecta. Ella era perfecta, siempre lo será.
No me gusta que se me cuelen recuerdos de ella en la mente, la amo y siempre lo haré, pero no quiero tener su recuerdo presente, no quiero que mi vida se marque por su pasado, quiero ser feliz y si pienso en ella no puedo serlo.
De pronto se abre la puerta. Es Louis.
-Ey, pequeña, no llores.- Se acerca muy rápido a la cama y se tumba a mi lado.- No llores, tranquila.- Me besa. Amo que lo haga en estos momentos, bueno en cualquier.
No quiero hablar, solo descansar, ya estoy delirando, la cabeza cada vez me duele más, me va a explotar. Se acerca a mí y empieza a besarme el cuello, yo solo cierro los ojos y intento desconectar de todo, no me cuesta mucho. Me duermo rápido.


Fin del capítulo

_________________________________________________
Vas happenin'!?
Siento que este cap sea mas corto y aburrido, ya empezará la acción más adelante :)
Muchos besos, nos vemos en el siguiente cap!!!

jueves, 27 de junio de 2013

Capítulo 8 -DTD

CAPÍTULO 8



Me duele muchísimo la cabeza, me va a explotar, pero tengo que levantarme y apagar esa luz que algún idiota habrá encendido. Abro los ojos que parecen haberse cerrado como una cremallera. ¿Dónde estoy? No es mi habitación, estoy en las escaleras tirada, bueno estamos, Louis está abrazado a mí durmiendo. ¿Qué hace aquí? De pronto le veo, mi padre. Está de pie, frente a nosotros, un escalón más abajo.
-¿Se puede saber qué hace aquí esté?- Y señala a Louis.
Intento buscar una respuesta que no sé. Además mi cabeza no da para mucho en estos momentos, tengo como un muñeco dentro dando golpes con un martillo a mi cráneo, quiero matarlo o quitarle el martillo.
Me encojo de hombros. Al sentarme en el escalón todo me da vueltas y tengo que apoyar mi cabeza entre mis manos, la escalera da vueltas, mi padre da vueltas, ¿por qué todo quiere girar ahora?
-Si tu madre estuviera aquí no te comportarías de esta manera.
-Si tuviera un padre conmigo tampoco lo haría sabes.
Me mira alucinado por lo que he dicho, yo también estoy alucinando, he tenido fuerzas para hablar. Coge un tacón que estaba tirado en el escalón y me lo tira a la cara con la mala suerte de que mis actos reflejos estaban dormidos, como mi otra mitad del cuerpo. 
Cierro los ojos con fuerza, no quiero mostrarle más dolor, no quiero que vea que soy débil. Me paso lentamente los dedos por la mejilla, me sangra un poco. El dedo se impregna de sangre, y como puedo me levanto, le paso el dedo por la mano haciéndole un pequeño tramo de sangre.
-Para que te acuerdes de mí.- Me mira incrédulo y baja por las escaleras dejando la luz encendida. Me empiezo a marear y tengo que sentarme con la mala suerte que me apoyo en el estómago de Louis.
-Ahhhggg.- Oprime el grito y se lleva las manos a la barriga.
-Lo siento.- Apoyo la espalda y cabeza en la pared, me duele todo.
-No te preocupes princesa.- Se incorpora y me da un tierno beso en los labios.
-¿Qué haces Louis?- Digo lo más alto que puedo, poco la verdad.
-Besar a mi novia.
-Me he perdido algo.- Y es verdad, no le entiendo. Empiezo a hacer memoria, nos veo a los dos vestidos de noche, porque fuimos a la fiesta de Amy, le vi y me enfadé con él por estar con Sandra ya que ambos fuimos a la fiesta desobedeciendo al otro, empece a beber, a beber, y a beber y ahí se me acaba la memoria.- ¿Qué paso a noche?
-No me acuerdo de mucho- Empieza a frotarse la frente, debe dolerle la cabeza tanto como a mí- Te vi en la fiesta de Amy preciosa, con cada tío con el que hablaba decía cosas sobre tí.
-¿Sobre mí?
-Sí, no era de extrañar, estabas cambiada anoche, no eras la misma, para ellos, yo veía a esa pequeña Chloe que tenía miedo de estar en esa fiesta tan grande.- Me sonrojo, ¿cómo puede saber eso, tan bien me conoce?- El caso es que todos se acercaban a hablar contigo, a "bailar"- recalca las comillas- y fue cuando te vi besándote con varios babosos cuando me enfadé, no sabía por qué pero me jodía bastante que todos te trataran así, estaba celoso, entonces no sé como te rescaté de todos esos asquerosos y te convertí en mi chica.
Me toco la barriga automáticamente al decirme "te convertí". Me mira y se echa a reír.
-No tranquila, sigues siendo una niña en ese sentido. Además si lo hago contigo no lo haría borracho, me gustaría acordarme siempre de esa noche.
Suspiro tranquila. Jamás me había emborrachado, y menos así de fuerte así que si ahora me dicen que he dejado de ser virgen me lo creería. 
-¡Ey! ¿Qué te ha pasado en la cara? No recuerdo que te haya pasado nada, ay bueno- Se muerde el labio- habrá sido al llegar aquí. Es que te traía en mis brazos porque te desmayaste anoche en la casa de Amy, vomitaste todos los JB que tenías entre pecho y espalda, y cuando te iba a subir a tu habitación nos caímos los dos aquí y nos dormimos.- Así que por eso estamos aquí... bueno saberlo.
-No tranquilo, no ha sido por eso.
-¿Entonces?
-Mi padre, quién si no. Me ha tirado mi tacón a la cara y no he podido esquivarlo, estoy muy mareada.- Apoyo la frente en mi mano.
-¿Está aquí?- Asiento muy lento para qué la cabeza no me mate.- Yo le mato.
-Adelante.- Se empiezan a escuchar pasos, escalones que suben, mi sangre empieza a hervir, yendo a máxima velocidad, es él, mi padre.- No te cortes, ¿eh? Sin miedo.
Le miro, tiene ojeras, las noches de "trabajo" son muy largas. Sus pupilas se han dilatado, su iris marrón oscuro ha desaparecido por completo, da miedo, a mí siempre me ha dado miedo.
A mi lado se levanta Louis, eso me da más miedo. No es qué no confíe en él, en un día cualquiera podría literalmente matar a mi padre, pero hoy no está con todas sus facultades y no es la única ventaja con la que cuenta mi padre, él de pequeño fue boxeador, de pequeña me enseñó unos cuantos movimientos para defenderme en mi vida (aún los recuerdo y alguna vez los he puesto en práctica sin el resultado que yo quería), así que si Louis entra en su juego está perdido.
-No, no le hagas caso.- Le pongo mi mano en su pierna, no puedo detenerle de otra manera.
Pero no es suficiente.
Con toda la fuerza, escasa, que tiene le da un puñetazo en la cara a lo que mi padre le responde con otro en el estómago que lo dobla y le derriba al suelo. Oprimo un grito y como puedo me levanto, cara a cara con mi padre, suda adrenalina, en sus ojos se refleja todo el odio que tiene hacia nosotros. Con toda mi ira levanto la pierna dirección a su estómago, está en cuesta, si me sale bien dará un par de vueltas escaleras abajo y podrá ir derecho al hospital, pero no las tengo todas conmigo, agarra mi pierna con sus dos manos antes de que pueda tocarlo. No me la suelta.
-¿Qué ibas a hacer hija? ¿Pegar a tu padre? ¿Al que te dio la vida? No juegues conmigo, puedo quitártela.- Me suda la frente, la nuca y las manos. Tengo miedo, de mi padre. Sé que es capaz de matarme, sé dónde guarda sus pistolas, además es poderoso sabría matarme y salir impune. 
-Ni se te ocurra tocarla.- Por el rabillo del ojo, aún con la mano en el estómago, veo como se levanta a duras penas Louis. Se coloca a mi lado, más cerca de mi padre.- No la vas a tocar, ¿entiendes? No si estoy yo aquí.- Mi padre, me empieza a pasar su mano por mi pierna, es un cerdo asqueroso, no le aguanto, ni un segundo más en mi piel.
Mi ira sube y sube como un termómetro en verano hasta que explota y sin conocimiento apenas, le doy esa patada que antes me ha esquivado. Había bajado la guardia, sus manos no sujetaban mi pierna con la misma fuerza que al principio, era mi momento. 
Se tambalea pero antes de caer al suelo se agarra a la barandilla, Louis me coje en brazos y sale pitando escaleras arriba, corro peligro allí.
Entra en mi habitación y la cierra con el pestillo.
-Louis tengo miedo.- Se para un segundo, se acerca y agarra mi cara entre sus sudadas manos.
-Tranquila te voy a sacar de aquí.- Se acerca a mis labios, pero se aleja sin besarlos. Examina toda mi habitación y se para.- Vámonos, no estás segura aquí.
Se acerca a la ventana y la abre.
-Ni loca Louis, estamos en un segundo y por si no te has dado cuenta estoy de resaca, mi primera, me tiembla todo y...
Me vuelve a coger en brazos y anda hacia la ventana.
-Cállate, me pones nervioso.- Y me besa, sin esperármelo. El contacto con sus sedosos labios me relaja todos los músculos, es como un chute de energía a mi cuerpo.- Confío en ti, sé que podrás hacer esto no es para tanto.- Tras decir eso me baja de sus brazos.
Se sienta en el poyete  de la ventana y mira. Hay un pequeño tejadillo debajo de esta y de ahí se comunica con el muro que rodea mi casa, lo suficientemente grueso como para atravesarla.
-Ven.- Me ofrece su mano y me siento junto a él, me dan miedo las alturas, pero más miedo me da quedarme en esta casa encerrada con un loco.
Se tira al tejadillo y le sigo.
-Esto te va a costar más, pero yo te ayudo. Salta al muro.- El muro es de cemento, grueso, al saltarlo me raspo todas las palmas de las manos, pero a la vez noto las manos de Louis empujándome desde abajo, me da fuerzas y lo escalo hasta llegar arriba. Él me imita sin tantas dificultades.
Lo cruzamos corriendo hacia delante y me paro en seco cuando llego a la parte que da a la acera de la calle, es la entrada a mi casa.
-¿Qué hacemos?
-Déjate llevar.- Y tan rápido como un rayo me da la mano y saltamos hacia la acera. 
Me alegro de que así lo hiciera, de otra forma me hubiera negado a saltar tres metros de valla. 
El impacto contra el suelo me destroza las plantas de los pies, me caigo de rodillas al suelo haciéndome heridas en ellas, pero es mucho mejor a haberme quedado dentro. Louis a mi lado, ha caído algo mejor que yo. Se acerca junto a mí y me mira. Estoy llorando.
-Eh, tranquila.- Me abraza mientras escondo mi cara en su pecho, mojándolo con mis lágrimas.- Eres la próxima Tris Prior.
Me río, siempre sabe como sacarme una sonrisa, incluso cuando estoy temblando de miedo.

Fin del capítulo

___________________________________________________
Hola!!!!
Bueno, ¿qué os ha parecido el capítulo? Su padre es un loco, ¿vosotras volveríais a casa después de lo ocurrido? Pero claro, tampoco puede vivir en la calle, ¿qué pasará? COMENTAD :)
Voy a introducir una novedad en la novela, a partir de ahora dedicaré los capítulos, ¿queréis que el próximo capítulo esté dedicado a tu nombre? Comentad, el mejor comentario se lleva dedicatoria:) Habrá muchos capítulos así que espero dedicároslos a todos vosotros.
Muchos besos y nos leemos en el siguiente Xxx

miércoles, 26 de junio de 2013

Capítulo 7 -DTD

CAPÍTULO 7
"Noticias y una fiesta"
MARATÓN (4/4) FINAL


La semana ha pasado muy normal, primeros exámenes, trabajos... etc. Ya es sábado, faltan   dos horas para la fiesta y tengo como un agujero dentro de mí, grande y oscuro, podría calificarlo como culpabilidad. Llevo media hora marcando el número de Louis para contarle todo, pero luego me arrepiento pienso en las palabras de Andy, soy jóven es una pequeña locura, debo hacerla y tal vez luego me sienta mejor, pero después sale mi 'yo' interior, esa niña buena que disfrutaba el otro día probándose vestidos de princesa y me dice que lo llame y que le cuente toda la verdad. Por estas tonterías ya he perdido media hora, debo tomar una decisión.
Iré a la fiesta.
Me acerco al baño y me doy una ducha. La culpabilidad aumenta cada segundo que pasa, no creo que llegue viva a la casa de Amy. Al salir miro la ropa, me encanta.  Algo positivo de momento.
Sin título #48
Me voy vistiendo y al terminar me miro al espejo, con maquillaje ya puesto. No parezco la auténtica Chloe, está es una chica diferente, parece una más y yo nunca he sido una más, suelo destacar aunque no sea en positivo, hoy parezco haberme echado una capa de falsedad que oculta mi verdadero ser, pero me da igual. Hoy quiero pasármelo bien, olvidarme de todo, charlar con los demás y por una noche creerme una más de ellos, otra niña de fábrica.
Meto en el bolso el móvil, llaves, maquillaje de repuesto, y dinero por si acaso. Cuando llaman al timbre bajo corriendo las escaleras mientras rezo que los tacones no me jueguen una mala pasada. Es Andy.
-¿Nos va... *silbido* Madre mía Chloe, si es que eres Chloe, ¿cómo puedes estar tan perfecta?- Veis, me he convertido en una chica más manipulada por esta sociedad en la que es más importante unos buenos tacones que el sentido común.
-No seas idiota solo es un traje y unos tacones. Además tú tampoco te quedas atrás eh.
Andy
-Pero no es lo mismo, la gente está acostumbrada a verme así, pero tú... solo mírate, estás espléndida.
-Anda, tira.
Comenzamos a andar mientras ella habla de mi vestido, del suyo, y de la fiesta mientras yo solo pienso en por qué no me puse bailarinas, estos tacones me están matando.
A la vuelta de la esquina de la casa de Amy empiezo a escuchar la música, tan alta como me esperaba, los gritos, la gente que se va congregando en las aceras vestidos para la ocasión, el sonido de los tacones... pero, me está mirando todo el mundo que va hacia la fiesta. Me registran con la mirada, de arriba a abajo, no se si por mi apariencia, en vez de Converse llevo tacones, en vez de vaqueros un vestido de la última colección o por estar en esta fiesta, no es propio de mí, sea por lo que sea no me gusta que me miren así.
Damos la vuelta a la esquina y veo la casa, es parecida a la mía en las dimensiones, parece más americana que inglesa, en los jardines ya hay gente bailando, moviéndose de un lado a otro con grandes vasos de whisky y otros licores, al ver todo este público empiezo a tener miedo, no es mi ambiente. Me empiezan a temblar las piernas y mis tacones amenazan con tirarme al suelo, me agarro del brazo de Andy que ya empieza a saludar a gente.
-No me sueltes, me estoy mareando.- La susurro.
-Oh, venga, no me seas cría disfruta de todo esto.- Y me señala toda la fiesta, a ella la gustará a mí me da miedo.
Entramos dentro de la casa, la música me golpea de repente, nos abre la puerta Amy. Agarro más fuerte el brazo de Andy, pero ella la saluda tan tranquila. La veo acercarse, y me quedo de piedra cuando me da dos besos.
-Hombre Chloe, pero que guapa vas. Pasad, adelante, en la cocina hay bebida, a la izquierda- Nos lo señala- Pasarlo bien.- Nos dice Amy.
No doy crédito a como está actuando, en clase me humilla y en una fiesta, ¿me da dos beso y me regala una sonrisa? 
-No tomes whisky, debe estar envenenado.-La susurro a Andy que no me ha soltado en ningún momento. Se ríe y me lleva a la cocina. La música me hace vibrar todos mis órganos.
-Vamos a tomar algo, quiero "envenenarme"- Me dice.
Dentro de la casa huele mucho a alcohol y a hormonas. Todos están con todos, hablando, bailando, las chicas con sus mejores galas, pero todos a mis lados me miran, yo sigo andando con la cabeza bien alta algo que mi madre me decía mucho de pequeña "Digan lo que digan, tú la cabeza bien alta, presume de lo que te critican". 
Me sirvo un vaso de refresco.
-No seas infantil, tú puedes con algo más fuerte.- Me dice Byron, chico de último curso, es el guapo y popular del instituto, no entiendo que hace hablándome. 
-No creo que mis tacones me ayuden si cojo algo más fuerte.
-Bueno, tú tómate esto- Me pasa un vaso del primer licor que ha pillado- y si tienes dificultades me llamas.- Me guiña un ojo y se mezcla con la masa de gente.
Me intento convencer que esto es normal, que pasa en todas las fiestas, aunque para mí que todo el mundo esté tan agradable conmigo es sumamente extraño.
-Vamos al salón, están Chris, Michael, Lucy, Adam y Evelyn.- Me dice Andy mientras me agarra de la mano y me saca de la cocina.
 Le pego un buen trago al licor, que creo que es un JB, será una noche larga. Noto como me arde, me baja desde la garganta hasta el estómago. Me quema todo por dentro, aunque me gusta la sensación.
-Hola chicas. *silbido* Chloe tiene como misión esta noche ligarse a todos los tíos de la fiesta.- Me vuelvo a sonrojar, no estoy acostumbrada a esa clase de comentarios, lo que hace un vestido.
-¿A qué sí? Llevo toda la noche diciéndoselo, pero no se creé que esté guapísima.
-No lo estoy, todas estamos igual.
-No que va Chloe, tú destacas con diferencia.- Dice Evelyn sonriente.
-Sí, estás despampanante.- Y mientras lo dice, Michael, me rodea los hombros con un brazo. Me río, esta batalla está perdida, por más que diga no creo convencerlos de lo contrario.
Empiezan una nueva conversación, de temas variados, yo solo me limito a escuchar, asentir de vez en cuando, y disfrutar de mi vaso de JB. Miro al alrededor, por todas partes hay gente, salen incluso por las ventanas. Michael no aparta su brazo, pero tampoco me importa, me siento a gusto. Es alto, más que yo está claro, castaño, con ojos grises, me encantan, es popular en su medida y buen amigo de Andy. 
-¿Te gusta la fiesta?- Me dice Michael con voz temblorosa, dentro de un par de vasos más perderá el sentido.
-Sí, mucho.- Mira sobre mi hombro- ¿A quién miras?
-A Sandra, mírala está preciosa, aunque tú mucho más.- Me susurra casi. Me cuesta oírlo con la música, está muy alta. Me giro y veo un grupo de gente. Sandra supongo que será la rubia, es la única del grupo de tíos que forman ese pequeño círculo. Un chica la está abrazando y la susurra cosas al oído, me suena mucho. Levanta los ojos, verdes azulados, sonrisa imperfectamente perfecta, mierda, es Louis. ¿LOUIS? ¿Qué hace Louis aquí? Me prometió que no vendría.
-Está con ese mierdas, está colada por ese tío. Y está claro que no puedo competir contra él.
Ya no hago caso a las palabras de Michael, solo me fijo en él, en esa sonrisa estúpida que se le ha creado por la chica rubia, Sandra. Miro a Andy, sigue mi mirada y le ve. Me coge del brazo y me saca del grupo.
-Ahora venimos chicos.
Salimos al jardín de atrás, donde está la piscina. Toda esta gente me está comiendo el aire, me oprime el vestido, me falta el aire, siento el peso de mil coches sobre mí. Aire. Necesito aire.
-Siéntate.-Me siento en una de las hamacas libres, ella se pone de cuclillas delante mía- Respira. Bebe.- Tomo un sorbo y me termino de golpe el vaso.- Dios Chloe, bebe tranquila, nadie te va a quitar el vaso.
-Le mato. Me prometió que no vendría Andy, y estaba con esa idiota de Sandra.
-Pero que más te da con quién esté, si a ti no te gusta.
Creo que el alcohol me va a jugar una mala pasada.
-Joder sí que me gusta. Me encanta, le adoro. Pero es mi mejor amigo y no quiero enamorarme de él y menos decírselo, porque prefiero que esté a mi lado siendo amigos a no volver a tener relación con él. Y esa idiota de Sandra le estaba abrazando y puff... necesito otro vaso.
-Vale, voy a por uno.- Se levanta y se gira, pero se topa con.. ¿¡LOUIS!?- Uy, ¿qué haces tú aquí? Vete.- Se pone seria. A mi me oprime el pecho, quiero arrancarme el vestido con mis manos, me falta el aire. Se me nubla la vista, no quiero llorar aquí.
Hay una lágrima que amenaza con salir.
-No, déjame quiero hablar con ella.
-Pero yo no quiero.
-¿Soy su amigo, no? Pues no voy a permitir que llore y que esté así por un idiota, por mí.- Dice gritando.
Parece haber encontrado la llave secreta que abre la fortaleza que estaba creando Andy, porque esta se hace a un lado y Louis se acerca a mí. 
-Voy a por tu vaso preciosa, si me necesitas grita.- Me lanza un beso y se va, lo que no entiende es que no tengo voz ni para hablar.
Louis se sienta a mi lado en la hamaca, las piernas me vuelven a temblar, su presencia me hace sentir débil, impotente, pequeñita, me separo de él un poco.
-Lo siento, no debí mentirte, soy un idiota, pero por lo que más quieras no llores, me estás matando.- Me acaricia la parte de la espalda que está desnuda, me pone la carne de gallina.
-No digas "Lo siento", yo también te he mentido y he venido a la fiesta, estamos igualados.
-¿Entonces lloras por lo que estaba haciendo con Sandra?
Mis músculos se tensan y mis dedos tiemblan como la gelatina.
-¿Me has escuchado?
-Sí, perdón. Quiero hablar de esto, que sientas eso por mí...
Diviso a Andy a lo lejos con un vaso a cada mano, no quiero escuchar las palabras que van a salir de sus labios, no quiero que todas nuestra amistad se rompa ahora y aquí. Siento dejarle así, pero me levanto y corro hacia Andy. No puedo con esta situación.
Ella solo me mira y me ofrece un vaso que acepto.
-Déjale, tú puedes llegar a triunfar hoy más que él.- Y tan solo me bebo el vaso, de nuevo, de golpe. Me quema la garganta y mi estómago está ardiendo, pero me da igual, rompo a carcajadas con Andy.
Por una vez en mi vida disfruto de está música electrónica, del volumen más alto que los rascacielos, de vasos de plásticos llenos de alcohol que nunca acaban y de amigos que nunca había tenido. Por una vez en mi vida disfruto de una fiesta.
Dos horas más tarde ya no soy comandante de mi control, lo perdí hace tres vasos de whisky, me muevo sola, haciendo el subnormal, pero me da igual. He besado a varios chicos, y no me importa. Mi vista es borrosa, no distingo a la perfección a toda la gente, pero noto que aún la fiesta no ha terminado, todos estamos con ganas de más, me incluyo.
Estoy en la pista dándolo todo cuando noto unos dedos, largos y finos rodeándome desde atrás, un pecho en mi espalda y unos labios besando mi cuello, en otra ocasión me hubiera girado y le hubiera dado una paliza, ahora solo me dejo llevar. Sube hasta mis oídos y me susurra.
-Estás despampanante.- Esa voz es temblorosa pero me es familiar, es Louis. Supongo que estos besos son provocados por el alcohol, me ilusionaré de forma tonta, pero me da igual mañana no creo que me acuerde de nada, volveré a mi vida normal.
Me coge de la cintura y tira de mí fuera de la pista, sólo me dejo llevar. Me dejo llevar.
Subimos las escaleras lo mejor que podemos y llegamos a la primera habitación que encontramos. Es grande y azul, parece de sus padres. Tengo el poco sentido común como para saber que mi virginidad no la perderé aquí. Se sienta en la cama, yo a su lado. No aquí.
-Te quiero.- Me suelta de repente, sus manos empiezan a acariciar mi cuello, se acerca poco a poco.- Y llevo queriéndote desde hace años.- Me empieza a besar la mejilla, lentamente.- Pero no quise decirte nada, por no perderte. Porque te conozco, y sabía que yo no era tu tipo.- Continua su ruta.- Pero lo que no sabía, es que no pensabas como yo creía.- Pese que sus besos son muy tentadores, me obligo a pararle.
-Espera, me estás diciendo que...
-Que quiero que la próxima fiesta me beses solo a mí.
Y se acerca lentamente, lentamente, acariciando con ambas manos mis mejillas, hasta que noto sus cálidos labios besando los míos, su aliento alcoholizado se une con el mío y la pequeña cantidad de control que me quedaba se pierde en este beso, el mejor de la noche.


Fin del capítulo

__________________________________________________
Hola chicos!
Con esta entrega terminamos la maratón "NOTICIAS Y UNA FIESTA". ¿Os esperabais que pasara esto? ¿Que Chloe se comportará así? ¿Os ha gustado el maratón? ¿Queréis que haga más? Comentadme por favor, quiero saberlo todo :)
Y ya sabéis... Nos leemos en el siguiente capítulo :D

Capítulo 6 -DTD

CAPÍTULO 6
"Noticias y una fiesta"
Maratón (3/4)


Es la hora, debería salir ya de casa y ir buscar a Andy, pero la serie está en su capítulo más interesante.
Louis y Andy aceptaron a acompañarme a la tienda de la madre de Stephanie para elegir mi vestido para la cena de la academia. Además Louis insistió mucho en ir ya que quería mirarse un traje para acompañarme a la gala, no entiendo sus ganas de ir conmigo, solo será una cena, pero no le pongo pegas.
Intento coger el mando y apagar la tele, me cuesta pero lo consigo, me veré el capítulo por Internet.
Son las cinco y media y su casa está a tres calles, si corro un poco llego a tiempo de ahorrarme una bronca.

-Hola preciosa.- Me besa la frente.- Vámonos a por tu vestido.
-¡Vamos!
Vamos hacia la tienda hablando de temas absurdos, cuando llegamos Louis está en la puerta esperándonos.
-Hola chicas, ¿entramos?
-Sí.- Grito casi, estoy bastante contenta, me encanta probarme vestidos, me siento como esa pequeña princesa que llevo dentro, mi alma infantil y cursi que tengo bien escondida bajo llave. 
La tienda es más grande de lo que me esperaba, en el mostrador están Stephanie y la que supongo que será su madre.
-Hola queridas, ¿puedo ayudarlas?- La mujer no tendrá más de cincuenta años, es bastante joven para tener una hija de la edad de Stephanie. Lleva unos vaqueros y un polo con el logotipo de la tienda, es rubia como su hija pero en cambio no tiene gafas, reluce mejor esos ojos azules.
-Son las amigas de las que te hablé mamá. Charlotte, Andrew, y Louis.
-Llámame Andy, y a ella Chloe, por favor.
-Encantada, ¿en qué puedo ayudaros?
-Venimos buscando un vestido para la princesa.- Y Louis me señala, yo me río y tomo las riendas de la conversación antes de que pueda decir otra estupidez.
-Es que tengo una cena importante a la que voy a ir, tengo que ir bastante elegante y supuse que aquí encontraría algo.
-Pues claro, esta es la casa de los vestidos. Vente conmigo.- El local se llama "Dresses House".
Su juego de palabras no me hace reír, pero me va a hacer descuento, así que fuerzo una sonrisa que a mis amigos no parece convencer. 
Empiezo a mirar todos los vestidos que me enseña, estoy abierta a todas las ideas, tanto largos como cortos, de tubo o con vuelo, de gasa o algodón, me da igual, quiero verlos y probármelos todos.
Cojo unos cuantos y me voy a los probadores.
-Me voy a mirar yo trajes también mientras tú te los pruebas.- Dice Louis y acto seguido me besa la mejilla para salir en busca de un smoking. Suelto una leve sonrisa y me meto en el probador mientras Andy me esperaba fuera sentada en el sillón.
Me empiezo a quitar todas las prendas que esconden mi cuerpo, mirarmelo en el espejo y ver como siguen esos músculos creados tras horas de ensayos, pruebas y caidas al suelo por haberte tropezado con tus pies. Como un simple movimiento, una canción, puede crear algo tan bello como la danza, a mí me sigue fascinando cada día más.
Me pruebo uno a uno todos los vestidos, me encantan todos...
VESTIDOS CORTOS DE FIESTA PARA JOVENCITAS : MODA JUVENIL - DISEÑO DE ...
(Imaginaros que es Chloe o quitarle la cabeza a las modelos y fijaros en los vestidos)
Me gustaban todos era incapaz de decidirme por ninguno.
-Chloe estás preciosa con todos, no puedo elegir.- Me dice Andy apoyada en sus manos, está seria concentrada, pero sé que no la saldrá ninguna respuesta.
-Yo tampoco me decanto por ninguno, todos te van.
-Louis no me ayudas.
-Lo siento pequeña.
-Mira, voy a hacer una cosa, no lo tengo muy claro así que me voy a dejar llevar por el destino, por decirlo de alguna manera, y voy a coger el primero que vea y no os lo voy a enseñar hasta el día de la cena, ¿vale?
-Vale- Vitorean ambos.
Me río y vuelvo a meterme en el probador. Mientras me desabrocho el último vestido miro uno colgado en el probador que aún no me he probado, es negro, de fiesta de noche.
-Chloe nos vamos a la cafetería de enfrente, te esperamos allí.- Grita Andy.
-Vale.
Es precioso. Entonces pienso en la fiesta del sábado, quiero ir. No sé por qué pero quiero ir y ese vestido es perfecto para esa noche. No debo ir pero quiero, así que mientras cojo el vestido elegido por el destino cojo ese vestido negro que parece llamarme a gritos silenciosos, no entiendo por que lo hago pero al pagar compro los dos.
El resto de la tarde se desarrolla con normalidad, como siempre, pero al llegar a casa invito a Andy a cenar una lujosa y majestuosa cena de... PIZZA CONGELADA.
-Andy déjame ese último trozo de barb... Lo he dicho tarde jajaja.
-Jajaja la próxima vez en vez de pedirlo lo coges.- Dice con mi trozo de pizza en su boca.
-Andy... estoy pensando planes malvados.
-Uuuuy! Aquí viene la mejor parte de mi amiga. ¡Confiesa!- Me dice con una sonrisa más grande que la pizza que nos hemos comido y con los ojos apunto de salirse de sus órbitas.
-Quiero ir a la fiesta de Amy, y me he comprado un vestido para esa noche...- Me escondo en mis manos avergonzada.
-¿Y eso es malo?- Dice con un tono insatisfecho- Creía que ibas a decirme algo peor, pero querer ir a una fiesta... Puff... Entonces, ¡vienes conmigo!
-Ya lo sé pero para mí es malo, le suplique a Louis que no fuera y ahora quiero ir yo, no puedo presentarme y decirle "Oye que sí, que vayas, que soy una chica muy caprichosa y ahora quiero ir yo a la fiesta y te dejo ir, ¿vale?". No puedo.
-Bueno, pues si quieres hacer algo malo, ve sin decirle nada.
-¿PERO QUÉ DICES LOCA?
-Anda, no es para tanto, son lo que se dice mentiras piadosas.
-No puedo hacerle eso, es mi mejor amigo.
-"No puedo... No puedo"- Dice imitándome- Eres adolescente, tienes diecisiete años tía, si no haces estás pequeñas locuras ahora no las harás nunca, es una fiesta será divertido, además ya te has comprado el vestido, no puedes echarte atrás. Ah, ¡enséñamelo!
-¡No! Te lo enseño en la fiesta.
-¿Eso es que irás?- Me pregunta energética, parece una niña. Hago una breve pausa y suspiro.
-Supongo que "no puedo" negarme.
-Jajajaja ¡bien!
Y se lanza hacia mi abrazándome, provocándome que me atragante con mi trozo de pizza. 


Fin del capítulo

Capítulo 5 -DTD

CAPÍTULO 5
"Noticias y una fiesta"
MARATÓN (2/4)


Miro la hamburguesa, me está gritando que me la coma, la agarro y la empiezo a acercar lentamente a mi boca, poco a poco, cada vez más cerca hasta que...
-Chloe podías haberme esperado glotona.- Me grita Andy que se acerca con su bandeja a la mesa y se sienta a mi lado.
Louis se ríe, normal se me ha caído la hamburguesa del susto. 
-Bueno, empezar con las noticias.- Dice, quién por cierto, está engullendo todas sus patatas fritas.
-Empiezo yo- dice Louis- sabéis cual es mi pasión...
-Cantar.- Decimos las dos con nuestra comida aún en la boca.
-Y ¿cuál es el mejor programa de canto en Reino Unido?
-The X Factor- Repetimos.
-Que guarras sois chicas.
-Louis, si quieres dejar de ver nuestra comida en la boca termina de contar tú solito la noticia anda.
-Vale, bueno como iba diciendo, mi pasión es cantar y si no lo sabéis 'The X Factor' hace audiciones dentro de dos semanas en Londres y voy a presentarme.
Todo el refresco que había en la boca de Andy sale disparado y mi patata cae estrepitosamente de mi mandíbula.
-¿Qué te vas a presentar a 'TXF'? ¿En serio?- Dice Andy.
Louis tiene veintiún años, es maduro y independiente para hacerlo, ninguna lo dudamos. Pero como bien sabemos ambas que Louis se presente a unas audiciones tan importantes, es un gran paso. Desde que yo tengo uso de razón él ha estado pegado a los micrófonos y a los escenarios, siempre está cantando y no es a la primera audición que se presenta, ha participado en musicales del instituto, del barrio e incluso a participado en la performance navideña del centro comercial de la ciudad. Pero nunca se ha atrevido a dar un gran paso como es este, por eso estamos tan alucinadas.
-Pero que bien Louis, estoy muy orgullosa de ti.- La digo.
-Sí, felicidades.
-Muchas gracias chicas.- Se rasca la parte trasera de la cabeza bajando la mirada.
-Bueno, ¿y que era lo tuyo Chloe?
-Pues.. ¿os acordáis de mi academia de baile "Plan d"?- Ambos asienten- Bueno me han enviado una carta a causa del trigésimo aniversario de la escuela, van a hacer una cena de gala con los mejores profesores que ha habido, alumnos y demás y me han invitado. Después de estar dos años incomunicada con ellos, me invitan. Increíble.
-¿En serio? Eso es genial Chloe.- Me abraza Andy.
-Sí, madre mía, si te lo envían es por algo.- Dice Louis guiñándome el ojo. Les sonrío.
-Bueno, me han dado dos invitaciones, una para mí, obvio, y otra para un acompañante.
-¡Louis!- Grita Andy, le ha dado conmigo y con él.
-¿¡Yo!?- Exclama Louis que se había asustado tanto que su patata vuela hasta la hamburguesa de Andy, estaba a sus cosas.
-Sí, tú eres Louis cariño.- Le acaricia el pelo como gesto de consolación, yo me limito a sonreír.
-No hace falta...- Digo algo más bajo que mi tono habitual.
-Oh, no que va. Quiero ir contigo a esa cena, tú y yo vestidos de gala mientras todos los demás cuchichean a nuestras espaldas lo guapos que vamos.
-Jajaja, es buen plan pero no creo que puedas ir.
-¿Por qué no?- Pone una mueca triste.
-Por qué es el 24 de este mes, estamos a dos, si te vas a Londres a audicionar a 'TXF' no puedes acompañarme.
Me mira dudoso, parece que le acabo de cortar todas las salidas posibles. 
-Me da igual, me escapo si hace falta, yo quiero ir contigo.
Vuelvo a notar subir calor a mis mejillas, me arden, bajo la mirada y suelto una sonrisa tonta. No sé por qué lo hago, pero me sale sola.
De repente alguien me pisa el pie, es Louis. Levanto la mirada y me topo con la suya, dos ojos grandes verde azulados que brillan como la luna, y esa sonrisa que es tan imperfectamente perfecta.
-Mira el móvil.
Lo saco del bolso y veo un mensaje, lo abro.
"No te escondas, estás preciosa sonrojada"


Fin del capítulo