jueves, 16 de enero de 2014

Capítulo 34 -DTD

CAPÍTULO 34
Continuación

La cabeza me duele más que nunca. Abro los ojos con cuidado porque me duelen hasta los párpados. Todo está demasiado oscuro, por eso tardo unos minutos en acostumbrar la vista a la oscuridad. Estoy tirada en un suelo de piedra tan rugoso que me ha hecho raspones en la piel mientras estaba desmayada. Me incorporo y examino el lugar en el cual no sé como mierdas he llegado. 
Es una sala, no muy grande pero bastante alta, porque solo hay una puerta de dos metros por lo menos, de acero y una pequeña ventana a lo alto que deja entrar la única fuente de luz en la habitación. El ambiente es denso y húmedo, huele a sangre y a humo de tabaco, pero no hay ninguna nebulosa de humo procedente de algún cigarrillo a medio apagar.
Mi espalda encuentra la pared y me quedo allí parada. Intento aclarar toda la tormenta de ideas y sentimientos que es mi cabeza.
Pero antes de que me de tiempo a pensar lo más mínimo la puerta empieza a rechinar y se abre torpemente dejando pasar toda la luz procedente del exterior. Es una luz blanca que me ataca a los ojos. Entrecerrados un poco intento mirar a través, y veo una figura alta, musculosa y joven que se acerca a paso firme hacia mí, haciendo rechinar sus botas a cada zancada que da. Intento alejarme lo más que puedo, pero mi espalda ya está pegada a la pared, no tengo escapatoria.
Se agacha delante de mí y me agarra con brusquedad la muñeca, cuando lo hace noto como me vibran los dedos y veo como todo mi cuerpo tiembla como un perro bajo la lluvia fría de otoño.
-Buenas tardes preciosa, al fin despiertas.- Cuándo torna un poco la cara la luz procedente de la puerta me deja ver una sonrisa retorcida y malévola de unas facciones jóvenes y casi perfectas. Pero nada de eso, es Tobias, el ser más despiadado del universo. Intento zafarme de su agarre pero es imposible, es el doble de grande que yo y en su cuello tiene más músculos que yo en todo mi cuerpo. En condiciones normales me hubiera atrevido a abofetearle o intentar derribarlo para salir huyendo, pero me faltan nutrientes y energía suficientes para hacerlo, sería inútil.
-¿Qué hago aquí Tobias? ¿Qué quieres de mi?- Casi susurro con la voz quebrada, no se lo digo a modo de súplica sino que el cansancio también se apodera de mis ganas de hablar.
-Eh nena no te arrastres tan rápido, hablemos un poco antes de entrar a la acción, ¿no crees?- Dice en un intento de ser amable. Que ganas de escupirle en la cara.
-Los entrantes nunca me gustaron, prefiero ir al plato principal.
-¿Y qué te parece el postre?- Y a lo lejos oigo unos sollozos. Me pongo tensa y miro involuntariamente a la puerta aún abierta que deja ver un pasillo de mármoles blancos tan relucientes que ciegan.
-¿Tienes a más gente encerrada en tu casa? ¡Eres un enfermo! ¡Estás loco Tobias loco!- Grito.
-Técnicamente no es mi casa, es como una casa de verano, estamos a las afueras de la ciudad, pero eso tampoco te interesa mucho, no saldrás de aquí a menos que me digas lo que quiero.
-¿Casa de verano? ¿Y para qué la usas, para torturar a la gente? Es un hobbie bastante peculiar, si lo pones en tu biografía en una casa de citas no te aseguro que tengas muchas pretendientas.
Sin darme tiempo a reírme de mi gracia, lleva ambas manos a mi cuello y lo zarandea haciendo que mi cabeza se golpeé fuertemente con la piedra. Ahogo un grito y me muerdo el labio para no darle el placer de verme gritar y agonizar de dolor. 
Sus ojos ya no tienen la chispa de felicidad de verme en este lugar, ahora son más oscuros, como dos pozos negros que no tuvieran final y me miran con una brutalidad que asusta. 
-Deja de hacerte la graciosa conmigo. Escucha mejor el sonido, ¿quién crees que está llorando?- Doy una bocanada de aire rápidamente cuando me suelta y intento calmar mi respiración. Y de repente se me agudiza el oído, los sollozos son más fuertes. Son gritos largos pero agudos, muy dulces e infantiles...
-¡¡DIANA!!- Grito a todo pulmón.- ¡DIANA! ¡Hijo de puta tienes a mi hija! ¡DEVUÉLVEME A MI BEBÉ!- Los ojos me escuecen y empiezan a derramar lágrimas calientes que humedecen mis mejillas. Me levanto efusiva pero ambas manos se apoyan en mis hombros y antes de que estirara las piernas ya me empujaban hasta el suelo. 
Le miré de soslayo con las lágrimas cayendo a raudales por mis mejillas y los sollozos de mi bebé sonando de eco a lo lejos. Cada grito me rompía un poquito más por dentro, cada vez que la oía como agonizaba era como si me fuera matando poco y lentamente, como si fuera una tortura. Pero así lo era, el gilipollas que tenía delante quería esto, torturarme verme sufrir de esta manera, él disfrutaba viéndome así. Entonces las lágrimas cesaron, algo dentro de mí me dijo que tenía que ser fuerte, aunque fuera sólo por esta vez, por ella. Le miré irradiando furia por mis pupilas.
Pero, obviamente, a parte de verme sufrir él tenía otro motivos de hacer esto, motivos ocultos.
-Ya has escuchado, no estás sola en esto.- Su cara era seria, irreconocible. Nada que ver a cómo se comportaba cuando estaba con Max.
-¡Falso!- Le espeté de repente.
-¡Quieres callarte niñata! Si quiero puedo dar una orden ahora mismo y le cortaran el cuello a tu hija antes de que tu puedas reaccionar. Incluso pueden hacerlo ante tus ojos sin que tú puedas hacer nada.- Y entonces sentí que mi corazón se paraba por un momento. Ví pasar la imagen de Diana tan risueña y sonriente como siempre y luego con un tajo en el cuello emanando sangre sin cesar y sentí que me fallaban las piernas y la cabeza empezaba a darme vueltas. 
-No lo hagas por favor, mátame a mí, pero déjala a ella con vida.- Sabía que mis súplicas no servirían de nada, que si quisiera lo haría como había dicho, pero tenía que intentarlo, haría lo que fuera porque la dejaran salir de aquí.
-No quiero matarte, no me caes bien pero tampoco me has demostrado nada para que quiera matarte.
<<Que simpático, ¿no?>>- pienso.
-Hagamos un trato, si me dices dónde está la llave de tu madre yo te dejo marchar a ti y a todos tus familiares.
-Espera un momento, ¿cómo que todos?
Para empezar no sabía de que llave me estaba hablando. Ya vinieron buscando la herencia de mi madre una vez y yo no sabía de nada de ella y encima de que me la robaron (el diario y un anillo de oro blanco) pagué las consecuencias. Esta vez no lo haré, que vuelvan a registrar la abandonada casa y que lo encuentren yo no sé nada de las cosas de mi madre.
-Dime donde está y esto acabará ya.
-No sé de que llave me hablas Tobias. Soy la primera que quiero acabar con todo esto, pero siento decirte que no sé que llave dices. Toda la herencia de mi madre está en mi casa de Doncaster, llama a tus secuaces y diles que la busquen allí. 
-Nena ya me he adelantado, pero no ha servido de nada. Buscaron por todas partes, bajo alfombras, detrás de muebles, en todos los cajones... pero la llave no aparece, incluso saqueamos la casa de Max y no hubo resultado, nuestra última conclusión eres tú.
Se me heló la sangre. 
-No la tengo te lo juro, no tendría ningún problema en dártela, no sé para qué la queréis pero seguro que os hace más falta que a mí, pero la cuestión es que no la tengo, ni siquiera sé cuál es la llave.- Las lágrimas amenazaban con volver a las andadas, pero intenté controlarme.
-En ese caso vete contando las horas que le quedan de vida a tu pequeña.
-No por favor, haré lo que sea pero no la matéis...- No tenía ya fuerzas para gritar.
-¡Dame la llave!- Exclamó él. Pero negué con la cabeza, no quería volver a repetirle que no la tenía. La presión de sus manos sobre mis hombros aminoró y poco a poco se levanto alejándose despacio hasta la puerta, veía la luz que brillaba desde el pasillo de mármoles intentando disfrutarla antes de que se cerrara de nuevo y no la volviera a ver. Cogió el picaporte y antes de cerrar se giró y me miró encogida en la esquina con la cabeza apoyada en la pared mirando triste hacia la puerta dónde él se encontraba.
-Recuerda que no sólo estaba Diana en la casa... ¿Sabías que cuando encierras a un pájaro deja de cantar? - Y después de volver a registrarme con la mirada cerro la puerta entre risotadas. 
No entendí aquella pregunta, pero la oscuridad ya se cernía sobre la habitación, y al ser de noche fuera no entraba ya nada de luz por la alta ventana. La cabeza me daba vueltas, y sin querer me fundí en un profundo sueño. 


Un fuerte golpe me despertó. Estaba tirada en el suelo con magulladuras en la piel desnuda de las manos y cuello. La fina camisa que llevaba ya no servía de nada, la noche se había cernido sobre la ciudad y el frío entraba por las paredes de piedra hundiéndose en mi piel y atravesando mis huesos. Un tímido rayo de luna entraba por la ventana, alumbraba lo suficiente para diferenciar las cuatro paredes y la puerta, aunque no servía de nada, no iba a moverme de allí.
¿O sí?
¿Iba a rendirme ya?
Y entonces recordé los sollozos incansables de Diana que me quemaban la piel y el corazón. Ahogue una expresión y maldije para mis adentros. Tenía que salir de allí y recuperarla. Me levanté de un salto y me di cuenta que aunque sólo había dormido un par de horas había recargado las pilas lo suficiente para armarme de valor y salir en su busca. Pero me dí cuenta de que ya no se escuchaban sus lloros, había un total silencio. Me apoyé de nuevo en la pared e intente aclararme.
Y sin saber cómo apareció una frase en mi cabeza.. "¿Sabías que cuando encierras a un pájaro deja de cantar?"
Hace unas horas no sabía por qué lo había dicho, el cansancio se apoderó de mí y no lo pensé. "Recuerda que no sólo estaba Diana en la casa", dio. Y como piezas de puzles mi mente fue resolviendo el problema...
Hablaba de Louis.
Mi Louis. También lo tenía a él. Y como si un rayo me hubiera atravesado de la cabeza a la punta de los pies corrí hacia la puerta y me encaramé con el picaporte intentando abrirlo, pero estaba cerrado con llave y sabía que era incapaz de tirar una puerta de dos metros de acero. Di pasos hacia atrás sin dejar de mirar en ningún momento la puerta. Sabía que gritar tampoco funcionaría, nadie me abriría la puerta solo para dejarme huir y sería perder energía.
Yo solo quería salir de allí y salvar a Diana y a Louis. Que ellos salieran, ya si luego me cogieran no me importaría, pero ellos tenían que estar lejos de aquí.
-Tengo que salvarlos.- Dije en susurro, aunque podría gritarlo, nadie se inmutaría.
<<Tengo que salir de aquí, tengo que salir de aquí>>- pensaba sin cesar.
Y como si de magia se tratara el picaporte se giro y la puerta se abrió. Un señor barrigudo, bajo y con el pelo cano se hizo paso a través de la puerta. Llevaba una bandeja en la mano con lo que parecía comida.
En una fugaz mirada le registré de arriba abajo y no divisé ningún arma a la vista, pero tampoco podía fiarme, podría llevarlas escondidas. La comida humeaba y mi estómago rugía cual león hambriento.
El pasillo de mármoles parecía estar atrayéndome con una fuerza sobrehumana. Cualquier paso en falso y el barrigudo me pillaría por banda y todo se iría a la mierda.
De repente unas imágenes me invadieron...


<<Es ahora o nunca, si no salgo ya no los tendrán más tiempo con vida>>- pienso.
Y en cuanto el barrigón se agacha para dejar la bandeja en el suelo, empiezo a correr hacia la puerta. 
-Haber si se notan que salgo a correr.- Susurro.
El barrigón grita y salta pero lo oigo ya lejos, he salido de la habitación. Pero mierda, no he pensado que haría cuando saliera. Sigo corriendo el interminable pasillo de mármoles cuando dos habitaciones por delante de mí una puerta está abierta y se escucha como lo que parece ser una cuerda choca una y otra vez con algo o alguien porque también se escuchan gritos.
-¡LA MUCHACHA HA ESCAPADO! ¡LA NIÑATA SE HA ESCAPADO!- Grita el barrigón desde la puerta de mi jaula, pero ya me da igual.
Los gritos han cesado pero eso no me frena, si hay alguien más encerrado en esta cárcel merece ser liberado así que en cuanto llego tuerzo a la izquierda y entro a la habitación.
En el suelo de alfombra de estampados rojos hay un cuerpo tirado con unos pitillos negro, descalzo y con la espalda desnuda llena de heridas y cortes que no paran de sangrar. Por un momento creo sentir que me caigo pero no, sigo estática, impactada por la escena. Cuando de repente el cuerpo intenta levantarse apoyadas las manos en el suelo, cuando levanta la cabeza el alma parece haberse caído al suelo o al submundo.
-¡Louis!- Grito desesperada. Él alza aún más la cabeza mirando en mi dirección, pero solo puede hacer una mueca de dolor, sus brazos le fallan y se vuelve a caer para quedar tendido en el suelo.- ¡LOUIS!



FIN DEL CAPÍTULO

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¡Muy buenas!
Siento haber tardado tanto en escribir, he estado muy liada pero por fin he tenido un ratito para subiros algo :) Sé que he sido bastante dura en este capítulo, pero ya me vais conociendo que suelo escribir cosas así.
¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado o no? Contadme todo lo que habéis sentido, y que habéis pensado y demás, tengo unas ganas tremendas de leeros otra vez :D
Quería haceros una pregunta, ¿os está gustando esta novela? Pues siento deciros que esta fic va tocando su fin, el próximo capítulo será el último *ohhhhhh* :((((
¡¡¡Pero no os preocupéis!!! Ya tengo la siguiente novela preparada y es de.... *redoble de tambores* ¡LIAM! *aplausos* Ya he hecho una de Niall, Harry, Zayn y esta de Louis, y está claro que Liam no iba a ser menos, así que protagonizará la siguiente novela, ¿qué os parece?
Con esto me despido hasta el siguiente cap, muchos besos preciosas :) Xxx


4 comentarios:

  1. Holaaa la novela esta re buena :) me podrias dar los links de tus otras novelas?

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    1. Ohh muchas gracias cielo:) Los links están arriba a la derecha donde pone "Novelas" allí están mis otras 3, ¡que las disfrutes! :D

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  2. Buf necesito el próximo capitulo ya!, me lo haces pasar mal con estas cosass!!!!
    La novela me está encantando, no quiero que se acabe :,(
    No me tardes tanto en escribir que no aguanto jajaj
    Un besazooo (:

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  3. PODRÍAS ESCRIBIR UN POCO MÁS A MENUDO???!!!! VAMOS NI QUE FUERAS VERONICA ROTH CON LEAL!! A LA, PUES MARDISHION HIPSTER PA' TI!!! Que no, que tu sabes que yo te quiero mucho fea! Pero si que es verdad que en lo que tu subes un capítulo yo ya me he leido 4 libros *ejem* *ejem* AHORA ME ENFADO Y DEJO DE LEERTE! *se va enfadada* :*

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